
Uno de los principios de Emipesa siempre ha sido poner en valor el entorno rural en el que opera y, por tanto, apostar por las personas que viven en la zona.
Actualmente, más personas dejan la ciudad para buscar la tranquilidad del pueblo. Este es el caso de nuestro trabajador José Arribas, 43 años, que, como otras personas de la empresa, han decidido dejar su ciudad natal y buscar la comodidad que da vivir en un pueblo, como es Mora de Rubielos.
José decidió venirse a vivir hace dos años a Mora de Rubielos, junto a su mujer y su hija de 11 años. Buscaban un sitio cómodo para que su hija siguiese estudiando sin necesidad de grandes desplazamientos, que tuviera todos los servicios básicos como son el médico, supermercado, ocio, etc. Optaron por Mora, ya que es un pueblo que tiene todo lo que necesitan y en caso de querer desplazarse a otras ciudades se ubica cerca de Teruel o Valencia.
El cambio para él y para su familia no supuso un gran periodo de adaptación, pensaban que les costaría más al venir de Tarrasa, Barcelona, pero nada más lejos de la realidad. Su hija, enseguida entabló amistades y cuenta con la libertad de salir con sus amigas al parque sin la necesidad de estar los padres presentes.
Centrándonos en lo laboral, Arribas trabajó en Barcelona, primero de albañil, seguidamente de camionero hasta llegar a encargado en una empresa de reciclaje gestionando las máquinas, plantas, trabajadores etc.
Entró a Emipesa llevando inicialmente una pala en la cantera de El Ventorrillo, pasando por conductor de lagarto, actualmente está manejando una excavadora de ruedas haciendo, sobre todo, trabajos de carretera; desbrozar, limpiar cunetas, etc.
La que valora José Arribas de su trabajo es el tiempo que ha ganado para poder compartir espacios con su familia. “Había días que para hacer 10 kilómetros pasaba una hora u hora y media en la carretera, atascos, accidentes… era algo diario” Aunque también ha de desplazarse a otros lugares para trabajar con la máquina, nada tiene que ver.
En los anteriores trabajos siempre ha sido muy autómata, tenía que resolver el mismo los problemas; desde la avería de una máquina hasta tratar con el cliente. Ahora, siempre va en equipo, que va variando según el trabajo que tengan que hacer. José hace los mantenimientos de su máquina, pero en caso de avería, cuenta con un mecánico de Emipesa que le soluciona el problema.
Arribas destaca de Emipesa la organización de la empresa, el equipo técnico con el que cuenta y la flota de maquinaria amplia y actualizada, que, pese a que él ya llevaba máquinas tecnológicas, nada tiene que ver con la que maneja hoy en día.